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Consejos y Soluciones para tu hogar

Cómo colocar correctamente los alimentos en la nevera para conservarlos mejor

 

Nada más utilizar el tirador de la puerta del frigorífico y ver su interior, podemos saber si los alimentos contenidos en él están correctamente organizados. Una colocación adecuada es importante por varios motivos. Primero, porque se van a conservar mejor si cada alimento está en el lugar correcto en la nevera. Segundo, se alarga su tiempo de consumo posible.

Y tercero, muy importante, porque una buena ordenación ayuda a evitar la contaminación cruzada que se puede producir entre ellos. Los agentes patógenos pasan de un alimento a otro si estos se encuentran desordenados y en contacto unos con otros de manera inadecuada.

Algunos  alimentos no necesitan nevera

Antes de empezar a ver cómo hay que colocar los diversos productos, conviene tener en cuenta  que algunos alimentos no tienen que estar en la nevera. No solo porque no lo necesitan, sino porque no es el lugar más adecuado para ellos e incluso puede perjudicarles y hacerles perder cualidades. Eso ocurre con el pan, que se pone duro y se reseca, los plátanos dejan de madurar y se ennegrecen o con el café, que pierde aroma e incluso puede adquirir el sabor de otros alimentos.

Otra cuestión a tener en cuenta es la ocupación del frigorífico. Aunque hay que aprovechar todo el espacio disponible, tampoco conviene llenar y almacenar las cosas unas contra otras. El aire no circula libremente y afecta a la temperatura. Por supuesto, no hay que poner comida caliente en la nevera. El congelador, por el contrario, mantiene mejor el frío bien lleno, pero con los alimentos ordenados por separado y envueltos convenientemente.

La mejor manera de ubicar los alimentos está en relación con el frío que necesiten para su conservación.  En la nevera hace más frío en la parte de abajo que en la de arriba, así que tendremos que seguir  esa característica para ordenarlos bien.

Consejos para colocación

1. Conviene situar los alimentos recientes detrás de los que llevan más tiempo para consumirlos antes.

2. Hay que proteger los productos. Al envolverlos en plástico o distribuirlos en envases cerrados, alargaremos su tiempo de conservación  e se impedirá el intercambio de olores y bacterias.

3. Las carnes y los pescados son alimentos perecederos que se deterioran pronto. Por eso los colocaremos en la parte baja de la nevera, encima del cajón de las verduras, donde se acumula más el frío. También deben permanecer envueltos.

4. Los productos lácteos conviene situarlos en la zona central.  Ese espacio también es adecuado para los embutidos, fiambres y los alimentos precocinados que necesitan conservarse en frío una vez abierto el envase. También es el lugar para la comida que sobra. Aquí  la temperatura se mantiene en unos 4-5 grados centígrados.

5. Para las frutas y verduras, las neveras suelen venir preparadas con uno o dos cajones en la parte de abajo.  Precisamente se ponen los cajones porque las temperaturas muy bajas pueden dañarlas.  Estos las protegen y aseguran su conservación. Lechugas y pimientos envueltos aguantan hasta 15 días, los tomates se estropean antes.  No hay que congelar las frutas. Tampoco hay que lavar las verduras al meterlas en el frigorífico, es mejor hacerlo justo antes de su consumo

6. En la puerta en la que está el tirador del frigorífico se colocan los huevos, la leche, mantequilla y bebidas abiertas. Es el lugar idóneo para mermeladas, salsas elaboradas y el tomate  frito. Los zumos industriales se pueden poner aquí también, aunque los zumos naturales están mejor en zonas más frías.

Una nevera bien ordenada proporciona una mejor conservación de los alimentos, alarga su tiempo de consumo, evita posibles problemas de salud y nos permite ahorrar energía al hacer funcionar de manera más eficiente el frigorífico.

 

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