Un electrodoméstico de gran importancia en la cocina, que permite guardar en buen estado los alimentos o las bebidas, debe elegirse correctamente. Un frigorífico debe contar con las mejores calidades: desde la altura, potencia y eficiencia energética hasta la capacidad. Cuando vamos a vivir a una nueva casa o se nos estropea uno, buscamos el ideal y lo primero que pensamos es en el diseño (si cuenta con los últimos avances, como que tenga toma de agua, o no dispone de un tirador de puerta frigorífica).
¿Cómo podemos conseguir el mejor frigorífico para nuestra cocina?
Te recomendamos pensar en las necesidades que tenemos antes de elegirlo. Lo más importante para muchos es que consuma la menor energía posible, para reducir la factura de la luz. Según diferentes estudios, este electrodoméstico supone el 18 % de la luz que consumen nuestros hogares. Por ello, cobra importancia la eficiencia energética: escoge una nevera que cuente con ‘A+++’ o ‘A++’, la cual consume cerca de un 50 % menos, en ambos casos.
El tamaño es otro de los factores importantes. Los hay con una puerta (bajo encimera), combi (congelador en la parte inferior), de dos puertas (arriba el congelador), de menos de dos metros o pequeños muy tradicionales. Lo ideal es tener claro el uso que queremos dar para que tenga la capacidad adecuada y se pueda almacenar toda la comida que queramos. Los hay de desde 150 centímetros hasta 200 (estos últimos son los adecuados para una familia normal en España).
En cuanto al ruido, muchos hogares soportan, en la actualidad, ruidos durante todo el día y especialmente molestos por la noche. Lo recomendado es cualquiera que no supere los 40 decibelios.
También dependen los tipos, diferenciando entre dos: los integrables o independientes. Los primeros son los que tienen integrada la nevera en los armarios y cualquier espacio de la cocina. En el caso de los independientes, son los que se pueden colocar en cualquier lugar conectado a la luz, lo más cerca posible. Se recomienda, al igual que en la eficiencia energética, que te informes sobre el número de estrellas, que van desde 1 hasta 4, siendo la primera la de -6 ºC (no sirve para congelar alimentos) y la cuarta la de -24 ºC (correcta refrigeración para no romper la cadena del frío).
Debes también tener en cuenta que existan recambios y piezas para ese modelo concreto. Si surge una avería, lo aconsejable es que, cuanto antes, dispongas de los recambios necesarios para minimizar los efectos de un fallo. Te saldrá más barato y, además, alargarás la vida de la nevera.
¿Qué tipo de prestaciones debemos tener en cuenta?
Una de las más importantes es poder controlar la temperatura. Regularla en diferentes estaciones del año para conservar cualquier producto es importante para la calidad de vida y el tiempo de la familia.
Contar con cajones o diferentes zonas diferenciadas es recomendable para conservar productos frescos o carnes. También con cajones extraíbles, para ganar espacio.
El cierre para evitar ruidos o roces con los alimentos es un aspecto a tener en cuenta. Un cierre amortiguado nos evita que el frigorífico se quede abierto y nos garantiza un cierre automático o suave. Además, en la actualidad, las neveras incorporan un pitido para advertirnos de un excesivo tiempo de apertura.
Por último, podemos optar por escoger frigoríficos que cuenten con avances tecnológicos. El sector está en constante evolución y ofrece cada año importantes mejoras. Desde contar con una pantalla en la parte delantera para hacer la compra desde allí hasta disponer de grifos con agua o hielo. Incluso se están diseñando ya neveras que te avisen de los alimentos que caducan o se encuentran en un mal estado.