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Llevas días observando cómo el descomunal montón de ropa para planchar aumenta sin piedad en su rincón. Un día te armas de valor y empuñas tu plancha: el piloto no se enciende, la superficie no se calienta, el vapor no sale… Definitivamente tu plancha ha pasado a mejor vida.
Ya en la tienda de electrodomésticos, un atento dependiente te hace la pregunta del millón: – «¿Querría usted una plancha convencional o un centro de planchado?»
¿Qué es un centro de planchado?
Un centro de planchado es un electrodoméstico pensado para facilitar la tediosa tarea de planchar. Está formado por una plancha y un depósito de agua independiente encargado de generar vapor.
Suele gozar de una autonomía ilimitada, funciona con un caudal de vapor continuo y muy potente, y te ofrece la posibilidad de mejorar el planchado con intensos golpes de vapor.
¿Cuándo es aconsejable adquirir un centro de planchado?
Estos aparatos son algo más costosos que las planchas tradicionales, por lo que debemos valorar si realmente vamos a poder amortizar de algún modo nuestra inversión inicial.
Suele aconsejarse adquirir un centro de planchado en los siguientes casos:
– Si el volumen de ropa para planchar es considerable.
– Si no se dispone de tiempo, pero se valora la pulcritud en el vestir y un acabado impecable y profesional.
– Si se busca durabilidad, calidad y ahorro.
¿Cuáles son las principales ventajas de adquirir un centro de planchado?
. La velocidad de planchado.
Al generarse el vapor en un depósito independiente, la potencia es mucho mayor que la alcanzada por las planchas convencionales. Se obtiene la temperatura deseada en menos tiempo, y por lo tanto se reduce considerablemente la espera hasta que la superficie del electrodoméstico esté lo suficientemente caliente.
. Planchado profesional.
Para eliminar las arrugas y lograr un acabado profesional es indispensable el vapor. En los centros de planchado, gracias a la gran cantidad de agua que pueden almacenar en su calderín, el flujo de vapor y la potencia se sus golpes son mayores y constantes logrando un resultado impecable.
. La plancha es ligera y cómoda de manejar.
En las planchas tradicionales el recipiente del agua está instalado en el mismo electrodoméstico, no siendo así en los centros de planchado. En estos últimos, el depósito se encuentra ubicado en el calderín, por lo que la plancha es considerablemente más ligera y se consigue un planchado más sencillo y menos fatigoso.
. Notable autonomía.
La autonomía es la capacidad máxima de una plancha para funcionar sin reponer agua, y depende de dos factores: la capacidad del depósito y la cantidad de vapor que utilicemos. La autonomía de los centros de planchado, al tener un volumen de almacenamiento mayor, es ilimitada. Así que aún estando encendido y en funcionamiento el electrodoméstico, se puede añadir agua al depósito de la caldera y continuar planchando sin límite.
. Ahorro de agua, energía y tiempo.
Debido a la diferencia de potencia de los centros de planchado con respecto a las planchas tradicionales, el tiempo de planchado se reduce considerablemente. La optimización del uso del vapor es la que motiva el ahorro de agua y la función ECO, con la que ya cuentan la mayoría de estos electrodomésticos, asegura la economía energética.
. Diversas funciones según el modelo elegido.
En la actualidad, existe una gran variedad de centros de planchado con distintas mejoras que nos asisten y hacen menos molesta la labor de planchar. Algunos eliminan las bacterias, otros ofrecen la posibilidad de planchar en vertical, los hay con recogedor de cable automático o con función de auto apagado.
Desde nuestra experiencia como distribuidores de repuestos para tu centro de planchado, confiamos en haberte facilitado tu elección. Ponemos a tu disposición nuestros conocimientos y recambios de grandes marcas (repuestos Polti, por ejemplo) que alargarán la vida de tu electrodoméstico.