[dropcap]R[/dropcap]ecordamos cómo la incorporación de las mujeres al trabajo allá por 1914, debido a la Primera Guerra Mundial causó cambios en la sociedad y en las rutinas diarias. Los hombres se encontraban en la guerra y las mujeres comenzaban a trabajar fuera del hogar, por ello, se produjo una revolución inmensa dentro del sector de los electrodomésticos. Estos facilitaban y hacia más rápidas las acciones necesarias en los diferentes hogares. ¡Todo un lujo!
Con este pequeño repaso por la historia y los inicios de las mujeres en el ámbito laboral llegó a los hogares la olla a presión, cuya primera patente se concedió en 1919.
Evolución de la olla a presión
Este accesorio con tapa consta de cierre hermético que se encarga de que no salga aire ni liquido si no se encuentra a una presión determinada. Cuando se llega al punto de ebullición dentro de la olla, la presión aumenta y la temperatura del contenido que se encuentra en el interior puede llegar a alcanzar los 130 ºC. Gracias a estas temperaturas se consigue cocinar los alimentos en tiempos verdaderamente breves.
Las ollas a presión están formadas por un recipiente amplio en el que se colocan los alimentos y la tapa que cuenta con un cierre hermético de tipo manual (rosca o manivela). Las tapas vienen provistas de dos salidas de aire, una de ellas es una válvula (emite sonido al salir el vapor de dentro del recipiente) y la otra es la llamada válvula de seguridad. Esta última se activa cuando la primera no funciona o esta obstruida. En definitiva, la segunda válvula es una medida de seguridad para que no ocurran accidentes en la cocina mientras manejamos la olla a presión.
Hasta la actualidad han evolucionado a pasos agigantados. Más modernas, con menores tiempos de cocción y como consecuencia directa ahorramos tiempo y energías en la cocina. El avance continuo del sector nos trae mejores ollas con más prestaciones como la olla express Fissler y la olla rápida Alza. Y por supuesto, no olvidemos los accesorios con los que cuenta cada olla. Una amplia variedad con funciones prácticamente ilimitadas.
Beneficios de cocinar con olla a presión
1. Mejor conservación de los alimentos
Sin lugar a dudas podemos afirmar que los métodos más sanos para cocinar los alimentos sin que se pierdan sus propiedades son las ollas a presión.
2. Obtenemos comidas deliciosas
Además de las ventajas nutricionales, el paladar nota la calidad que aporta la olla a los alimentos. Gracias a las elevadas temperaturas que se alcanzan en su interior los alimentos quedan más sabrosos.
3. Seguridad
Aunque es muy probable que la presión que se almacena en el interior de la olla nos cause miedo, podemos afirmar que este elemento de cocina es seguro y cuenta con dos sistemas de seguridad denominadas válvulas.
4. Ahorro en el consumo de agua
Los alimentos se cuecen por la humedad del vapor producido y como consecuencia se necesita menos cantidad de agua para cocinar.
La consecuencia es que es necesaria mucha menos agua para cocinar. Esto además beneficia la conservación de nutrientes.
5. Ahorras tiempo
Cocinar con la olla a presión hace que ahorremos agua, tiempo y dinero. El tiempo que no perdemos en la cocina lo podemos dedicar a realizar otro tipo de actividades. ¿No es genial?
6. Disminución en la factura de gas
Como hemos indicado anteriormente, gracias a estos elementos se cocinan los alimentos en un tiempo infinitamente menor al habitual. ¿Si reducimos el tiempo de cocción estaremos reduciendo también el tiempo en el que mantenemos el fuego encendido? ¡Claro que si! Conseguiremos ahorrar en la factura de gas.